Cómo gestionar las tareas cotidianas
Cualquier empresario o gestor podrá identificarse con la sensación de que no hay suficientes horas en el día. Mucho que hacer y poco tiempo para hacerlo, ¿te suena?
Ser un empresario de éxito significa ser organizado, y si no lo es, tiene que organizarse, y rápido. Si no consigue poner en orden sus asuntos, tarde o temprano se verá envuelto en problemas que podrían haberse evitado fácilmente.
Hacer una lista de tareas
Lo primero que debería hacer cualquier empresario al final de cada día es hacer una lista de tareas pendientes con todas las que hay que completar al día siguiente. Intenta no dejar esto para la mañana, de esta forma tendrás una última tarea que completar, y es menos probable que olvides una tarea importante durante la noche.
Enumere sus tareas diarias por orden de importancia, asegurándose de que aborda primero las tareas de mayor importancia. Esto significa que las tareas importantes no se dejarán para el final del día, cuando puedes tener la tentación de apresurarte en lugar de tomarte tu tiempo para asegurarte de que se completan correctamente.
Los propietarios de empresas y los empresarios pueden darse la motivación adicional de que una vez que han completado sus tareas -no importa lo temprano que sea- pueden terminar por el día.
Anote el tiempo que le llevará cada tarea
Una técnica que utilizan muchos directivos es anotar el tiempo que llevará cada tarea. De este modo, resulta mucho más fácil programar las tareas del día. Cuando programes tu jornada, ten en cuenta las discrepancias de tiempo: algunas se terminarán antes de lo que pensabas y otras tardarán más.
Por ejemplo, si cree que una tarea le va a llevar una hora y media, programe dos horas para esta tarea dejando tiempo para que se sobrepase. De este modo, en caso de que tarde más de lo que pensaba, no se retrasará en su jornada.
No trabajar durante la comida
Si puedes evitarlo, no trabajes nunca durante la comida. Trabajar durante todo el día sin descanso no es saludable, ni física ni mentalmente. Aunque sólo te tomes unos minutos para dar un paseo, es mejor que estar sentado en tu escritorio sin una sola pausa.
La mayoría de las veces, cuando vuelvas a tus tareas después de un descanso, verás las cosas bajo una nueva luz. Algo que en un principio se te había atascado puede parecer mucho más fácil después de una pequeña pausa.
Mantener la cabeza fresca
No se puede subestimar lo importante que es mantenerse fresco cuando se dirige o construye un negocio. Si encuentras algo que te funcione, sigue con ello, ya sea invirtiendo en una suscripción de café si crees que es lo mejor, trabajando con música o cualquier otra cosa.
Cuando nos estresamos y/o nos cansamos, pronto empezamos a cometer errores de bulto y a tomar decisiones irracionales de las que pronto nos arrepentimos. Como responsable de la gestión de un negocio, esto puede tener efectos perjudiciales para el futuro de tu empresa y tu carrera.
Delegado
Por último, no tenga miedo de delegar tareas si cree que está asumiendo demasiado. Si tiene un equipo a su alrededor, utilícelo, ya que los mejores empleados estarán encantados de asumir responsabilidades adicionales.
A demasiados propietarios les resulta difícil delegar, lo que en cierto modo es encomiable, pero casi siempre acaba convirtiéndose en la ruina de la empresa. Delegar no sólo es bueno para ti como propietario o gestor, sino que da la oportunidad a los miembros del equipo de dar un paso adelante, lo que sólo puede ser bueno para la empresa en su conjunto.
Si adopta aunque sea un par de los consejos mencionados anteriormente, pronto cosechará los beneficios de una mejor organización y de un tiempo extra en su día.